12 de abril de 2025
Gabriela Pedrali: “Las mujeres son muy buenas pagadoras de crédito”

Estudios a nivel mundial y nacional coinciden en que hay menos morosidad entre mujeres que entre hombres y que, incluso, ampliar el acceso a crédito de las mujeres podría tener un impacto económico positivo. ¿Qué datos hay de La Rioja?
Durante el evento “Mujeres en acción”, la diputada nacional Gabriela Pedrali sostuvo que “cuatro de cada diez emprendedores son mujeres y, además, son muy buenas pagadoras de crédito”. Luego ratificó sus dichos en una entrevista con CNN Radio.
¿Es verdad?
Como dijo Pedrali, diversos estudios a nivel mundial y nacional han mostrado que, en promedio, las mujeres tienden a ser mejores pagadoras de créditos que los hombres. Incluso hay investigaciones que sostienen que, si tuvieran el mismo acceso a créditos, el mercado podría crecer.
¿Qué ocurre en La Rioja?
Ante la consulta de Meta o Verso, desde el Fondo de Garantías de La Rioja (FOGAPLAR) indicaron que, sobre un universo de 1.191 créditos garantizados actualmente, sólo el 7% están en mora y que, entre los morosos, el 68% son hombres y el 32% son mujeres. En otras palabras, hay un 212% más de mora de varones que de mujeres, aunque el dato es incompleto.
¿Qué dicen las estadísticas?
Aunque hay muchísimos informes sobre el tema a nivel mundial, uno de los estudios más completos centrado en Argentina fue realizado en 2019 por la Corporación Financiera Internacional (IFC), en colaboración con el IAE Business Schoool de la Universidad Austral, y con el apoyo de Goldman Sachs. Detectó que si las mujeres en Argentina tuvieran el mismo acceso al crédito que los hombres, el mercado crecería al menos 4 puntos porcentuales: 640.000 nuevos créditos, por un monto total de US$ 2000 millones.
El estudio detectó que “las mujeres tienen más dificultades que los hombres para acceder al crédito en Argentina” y que “ese diferencial es de 8 puntos porcentuales, pero llega a 20 puntos porcentuales en las líneas comerciales y a 32 puntos porcentuales en hipotecarios”.
La investigación concluyó que las mujeres son mejores pagadoras que los hombres, basado en dos encuestas. La primera, de la Alianza Mundial para la Bancarización (GBA, por sus siglas en inglés), que concluyó que las mujeres “son más prudentes y conscientes del riesgo, lo que las lleva a solicitar financiamiento cuando tienen mayor seguridad respecto del proyecto” y que “ahorran una mayor cantidad que el volumen de préstamos, con lo que brindan a los bancos una fuente confiable de liquidez (las mujeres toman préstamos por un promedio del 82% de sus ahorros vs el 146% en el caso de los hombres)”.
La otra encuesta la hizo el propio IFC y arrojó: “Las carteras de préstamos para las pymes lideradas por mujeres tienen menos préstamos impagos o con retrasos que las carteras de préstamos totales de pymes: en una muestra de 154 clientes bancarios de IFC a nivel mundial para el año fiscal 2015, las proporciones de préstamos improductivos a pymes lideradas por mujeres (3,6%) fueron más bajas que la proporción media de préstamos improductivos para pymes (4,5%)”.
Un informe más reciente en Argentina que aportó datos concretos lo realizó en enero de 2025 la agencia multinacional de informes de crédito Equifax, que en el país es dueña de la marca Veraz. Reveló que el 66% de las mujeres en Argentina están bancarizadas, superando al 63% de los hombres. Y que el 51,29% de las mujeres argentinas tienen tarjeta de crédito, mientras que el 51,98% tienen vigente por lo menos un préstamo.
En sintonía, un trabajo realizado por la firma SIISA en octubre de 2024 arrojó que las mujeres reciben más cantidad de créditos, pero por menores montos.
Los motivos
A la hora de analizar las causas, un artículo de Expansión Mujeres, una plataforma que busca promover la equidad de género en el ámbito empresarial, analiza las razones detrás del mejor desempeño de las mujeres en el pago de créditos:
- Responsabilidad familiar. Las mujeres, especialmente en entornos rurales y en países en desarrollo, a menudo son las principales responsables del bienestar familiar. Esto las motiva a ser más cuidadosas y responsables con el manejo de sus finanzas.
- Gestión del hogar. Las mujeres suelen tener una mayor experiencia y habilidades en la gestión del hogar y el presupuesto familiar, lo que se traduce en una mejor gestión de los créditos.
- Compromiso y determinación. Las mujeres en programas de microfinanzas suelen mostrar un alto nivel de compromiso y determinación para mejorar su situación económica y la de sus familias, lo que se refleja en una mayor tasa de repago.
- Acceso a redes de apoyo. Las mujeres a menudo participan en grupos de microfinanzas que proporcionan apoyo mutuo y presión social positiva para cumplir con las obligaciones crediticias.
- Prioridad en la estabilidad. Las mujeres priorizan la estabilidad y el cumplimiento de obligaciones financieras, lo que las lleva a evitar el sobreendeudamiento y a mantener su capacidad de pago.
- Educación financiera. Más del 50% de los cursos de educación financiera son tomados por mujeres, lo que las hace más conscientes y preparadas para manejar sus finanzas.
- Lealtad a las instituciones. Las mujeres tienden a mostrar una lealtad enorme a las instituciones que les brindan apoyo financiero, buscando resolver rápidamente cualquier problema financiero que enfrenten.
El Grameen Bank
Un caso muchas veces citado es el del Grameen Bank, conocido como “El banco de los pobres”, en Bangladesh, fundado por el ganador del Premio Nobel de la Paz en 2006, Muhammad Yunus, y centrado en microcréditos.
Según una investigación del economista Manuel Castro Fernández, de la Universidad Abat Oliba CEU, de Barcelona, entre 1978 y 1983, el porcentaje de mujeres prestatarias pasó del 25% al 40%. En 1984, por primera vez en la historia del banco, la cifra de mujeres prestatarias superaba a la de los hombres. A finales de ese año, las cifras eran de 68.000 frente a 53.000. Hoy, el 96% de los clientes de Grameen Bank son mujeres. Y el 98,85% de los créditos son devueltos.
No obstante, hay datos del propio Grameen Bank que apuntan a que, en ese caso puntual, muchas veces las mujeres gestionan los microcréditos, porque tienen mayor facilidad para acceder a ellos, pero son los hombres quienes deciden directamente sobre su empleo y gestión.
Al respecto, el autor Tony Nagéra de Sousa Peixera afirma que no todo es color de rosas entre las mujeres que reciben microcréditos en Bangladesh, pues “al asumir la carga de una deuda podría producir un efecto contrario al deseado, aumentando significativamente el peso total de las responsabilidades que deben sujetar las espaldas de las mujeres”.
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