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22 de agosto de 2025

Investigación, ciencia y técnica pública. INTA en La Rioja

Organizaciones civiles, sociales, asociaciones de pequeños productores y familias rurales son algunos de los principales beneficiarios del INTA en La Rioja.
Impermeabilización de represas, producción de huevos, suplementación caprina y agregado de valor en productos frutihorícolas son algunos de los proyectos desarrollados y acompañados por sus técnicos territoriales.

Por Romina Gómez

 

El INTA es un instituto público, descentralizado, con autarquía operativa y financiera, creado en 1956.

La página oficial del organismo señala: “Desarrollamos capacidades para el sector agroindustrial y participamos en redes que fomentan la cooperación interinstitucional; generamos conocimientos y tecnologías que ponemos al servicio de distintos sectores de la sociedad, a través de sus sistemas de extensión, información y comunicación”.

Actualmente, posee 134 proyectos activos en todo el país.

El INTA tiene cinco sedes, 15 Centros Regionales, 52 Estaciones Experimentales Agropecuarias, 359 Unidades de Extensión y seis Centros de Investigación con 22 Institutos.

A partir de su programa Pro-Huerta, desarrolló proyectos de cooperación internacional con países como Haití, cuyo objetivo fue “multiplicar el cultivo de especies locales como maíz, banano, guisantes, frijol negro, camote y papaya, y distribuirlas a las familias con el apoyo de las instituciones socias y los gobiernos involucrados”, según se indica en la página del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. El Proyecto Huertas Agroecológicas Escolares en Haití como Estrategia de Construcción de Seguridad Alimentaria y Nutricional había sido lanzado en 2005 y discontinuado en 2016, por lo que fue relanzado en 2022, trabajando en principio con 10 huertas familiares, y con una proyección de 20.

CARGAR VIDEO DE HAITÍ

La coordinadora del Área de Desarrollo Rural del INTA-La Rioja, ingeniera Rebeca Méndez, dio detalles a Meta o verso sobre los proyectos desarrollados en La Rioja. “Trabajamos con los profesionales que tienen las municipalidades, en las secretarías de extensión, con la UNLAR y con los técnicos que pertenecían al ex Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, y que fueron absorbidos algunos por el Ministerio de Producción y Ambiente de la provincia”.

En Los Llanos riojanos, el INTA trabaja junto con cuatro organizaciones civiles: Asociación de Pequeños Productores y Familias Rurales, Asociación Colpina Argentina, la Asociación de Mujeres Rurales Unión y Trabajo y la Asociación Emprender Chepes-La Rioja (AECHELAR). “Con ellos hemos desarrollado una investigación-acción participativa sobre la impermeabilización de represas, para evitar la evaporación del agua, en los campos de los propios productores, y con emprendimientos rural-urbanos hemos estado trabajando en producción de huevos y agregado de valor en productos frutihorícolas”, explicó Méndez.

La ingeniera también detalló proyectos como suplementación caprina; agregado de valor a las carnes y leches caprina y vacuna; producción de hortalizas, huevos y carne de aves para autoconsumo. “Con AECHELAR conformamos el Mercado Yelpe, un mercado de administración mixta entre el Municipio y las organizaciones rurales. Se ha logrado instalar una carnicería que ha beneficiado mucho a los productores y a los consumidores, y se han instalado algunos productos novedosos como la carne de cabra de descarte engordada”, detalló Méndez.

Desde la Red de Comunicación y Educación Ambiental del INTA se impulsa un vivero escuela de especies nativas en el Instituto Luis Torres Molina, y “en localidades como Puesto Dichoso y San Rafael se desarrollan proyectos de producción hortícola, acceso al agua, producción caprina y turismo rural. Luego, en la Asociación Aguayo, se viene trabajando hace dos años en producción de forraje de bajo riego, esto también tipo de investigación-acción participativa; hemos producido sorgo en una superficie que la municipalidad puso a disposición de la organización”, agrega Mendéz.

Además, en las zonas del sur riojano, el INTA llevó adelante la instalación de un silo para la suplementación estratégica caprina, y se instalaron plantas de tuna y de zampa, “pensando en poder hacer multiplicación de estas especies para la comunidad”, agregó Mendez.

El agregado de valor también se potencia a partir de procesos de conservación y deshidratado de frutas y hortalizas de temporada, proyecto que también desarrolla el INTA en La Rioja.

Desarrollo territorial desfinanciado

El Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación analiza la ejecución del presupuesto estatal en ciencia y tecnología en los 18 meses transcurridos desde diciembre de 2023 a mayo de 2025. Allí se explica que, “en lo que va del año 2025, la ejecución del presupuesto del INTA cayó un 19%. Además informan que la involución del presupuesto fue desigual, registrándose “caídas más drásticas” en Neuquén, Tierra del Fuego, Formosa y La Rioja, “donde la desaparición de los programas de infraestructura y equipamiento y de las transferencias condujo a descensos reales del 54,1%, 51,9%, 51,1% y 50,9% respectivamente.

En tanto, según el informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), sobre la ejecución presupuestaria de la Administración Pública Nacional, a julio 2025, “en materia de desarrollo productivo, los recortes afectan a la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo (-77%), INTA (-34%) e INTI (-42%).

Es en este marco que las organizaciones campesinas expresaron su rechazo al Decreto 462/2025, argumentando que “pone en riesgo el desarrollo de la agricultura familiar y la producción local”.

En tanto, grupos de investigación, institutos de estudios sociales, movimientos agroecológicos y otros organismos latinoamericanos emitieron una alerta frente al desfinanciamiento del organismo, lo que, según los firmantes, tendría “efectos negativos en la soberanía alimentaria de millones de argentinas y argentinos”.


 

Pro-huerta

Tras una resolución del Consejo Directivo del INTA, del 3 de agosto de 1990, inició su actividad el Proyecto Integrado Promoción de la Autoproducción de Alimentos (ProHuerta), “con el objetivo de mejorar la seguridad y la soberanía alimentaria en los sectores vulnerables de la población”, señala la página oficial del programa.  A través de esta política pública, hasta 2020, cuatro millones de personas fueron beneficiadas, se crearon 744 ferias agroecológicas, vinculando a más de tres mil organizaciones e instituciones de todo el país. En el sitio de consulta, se informa que del total de las huertas con las que trabaja en todo el país –637.847–, casi el 97 % son familiares.

Vanina Orellano, de la Asociación Civil La Poderosa, del merendero Manitos Pintadas, del barrio Virgen Desata Nudos, comentó: “Nosotros estamos trabajando con el INTA en huerta. Ellos hicieron capacitaciones, capacitaron a 11 compañeros. Siempre estuvieron acompañándonos en este proceso de huerta comunitaria, que es para sostener un comedor en el barrio”.

Orellano también explicó que desde el INTA “siempre nos apoyó, nos hicieron seguimiento. Nos enseñaron cómo era el tiempo de cosecha, nos enseñaron cómo teníamos que cuidar las plantas, cómo repeler los insectos con cosas naturales, sin químicos”, y agregó que de la huerta eran beneficiados, además del comedor, vecinos del barrio que “en el tiempo de escasez no tenían para comer, y la huerta era una solución”.

Para conocer más de este proyecto barrial, pueden ver el video registrado en el perfil oficial de Instagram del programa.

FOTO CON ROSTROS DE INFANCIAS BORRADO

Marcha atrás al decreto desregulatorio

Tras una medida cautelar, la Justicia Federal ordenó al Gobierno Nacional abstenerse de ejecutar cualquier acto administrativo que derive de la aplicación del decreto 462/25, incluyendo reubicaciones, traslados, cesantías, suspensiones, pases a disponibilidad de personal o supresión de estructuras vinculadas al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El fallo de la jueza Martina Forns, del Juzgado Federal en lo Civil y Comercial y Contencioso Administrativo N.°2 de San Martín, surge luego de la presentación realizada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Y la Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (APINTA).

En tanto que, con 60 votos negativos, 10 afirmativos y una abstención, el Senado rechazó este jueves 21 los decretos del Ejecutivo que buscaban disolver y reformar Vialidad Nacional, INTI, INTA y el Banco de Datos Genéticos.

El Decreto 462 buscaba transformar orgánica y administrativamente varios organismos nacionales, entre ellos el INTA. El articulado indicaba la transformación del organismo en unidad operativa dependiente de ministerios, el cual dejaba de ser descentralizado para pasar a ser desconcentrado, lo que implicaba que las tareas técnicas específicas y especializadas estarían subordinadas jerárquicamente a la autoridad superior de la cual dependiese, al igual que la disponibilidad de recursos humanos y económicos financieros.

El Decreto también eliminaba la conducción colegiada del Instituto, la cual sería reemplazada por un Presidente designado por el Ejecutivo y un Consejo Técnico ad honorem. La decisión buscaba "reducir estructuras redundantes, mejorar la eficiencia pública y eliminar gastos innecesarios", según rezaba el texto oficial.

 

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