“La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, en la que se presenta un desequilibrio entre la ingesta de los alimentos y el gasto de energía, y esto resulta en una combinación genética, cultural, de hábitos, de conductas alimentarias que no son las adecuadas”, explicó a Meta o Verso la responsable del programa Crecer Sanos en La Rioja, la doctora Julio Gordillo.

Crecer Sanos es una iniciativa de los ministerios de Salud y Educación de la provincia, que busca promover la salud integral en el ámbito escolar. Para ello, realizan registros en todas las escuelas primarias públicas de la provincia. “Hacemos un control de crecimiento y desarrollo, peso, talla, índice de masa corporal y perímetro abdominal, y esa medición, sumado al contexto y la anamnesis, es lo que permite tener un parámetro de nutrición, bajo peso o sobrepeso u obesidad”, precisó Gordillo.

A partir de esos datos, se construye un indicador anual. “Nosotros cerramos el indicador de nutrición una vez que terminamos de controlar todas las escuelas, a fin de año”, aclaró la médica, aunque adelantó que hasta el momento se registró, en promedio, entre un 10 y 11 por ciento de niños y niñas, de las escuelas visitadas, que tienen sobrepeso u obesidad.

Obesidad infantil: algunos números de la región

Según pudo constatar Meta o verso, no es posible acceder a información actualizada y abierta sobre el sobrepeso y la obesidad en la población infantil de La Rioja.

Sí existen varios organismos que han implementado mecanismos de recolección de datos sobre conductas de alimentación y salud de la población, cuyos resultados más actualizados y de acceso público datan de 2022. Por ejemplo, un informe de UNICEF publicado en 2023 detectó que el sobrepeso infantil en América Latina y el Caribe afecta a más de 4 millones de niños menores de 5 años y a 49 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años.

En el mismo documento, UNICEF advirtió que “en las últimas dos décadas las cifras aumentaron de manera preocupante en niños y niñas menores de cinco años, pasando de 6,8% (3,9 millones) en 2000 a 8,6% (4,2 millones) en 2022".

El reporte de UNICEF señaló también que América del Sur es el territorio más afectado, con 30 millones de menores de edad con sobrepeso, siendo Paraguay y Argentina los países donde se registran mayores porcentajes.

Por otra parte, Argentina tiene una base de datos elaborada a partir de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNS), que se realiza desde 2005 y que debería realizarse cada cinco años, pero desde el 2018 no se ejecuta.  Los datos más actualizados de esa base indican que, en 13 años, en la población adolescente y joven de Argentina, el exceso de peso, sobrepeso y obesidad ha aumentado progresivamente.

La última ENNS arrojó que el 20,7% de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tiene sobrepeso y que, entre los niños de 0 a 5 años, el exceso de peso alcanza el 13,6%, una cifra similar a la registrada por el programa Crecer Sanos y muy elevada si se tiene en cuenta que el exceso de peso esperado para esta edad es de 2,3%.

Asimismo, la tercera Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) implementada en 2018 en Argentina por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con UNICEF, UNESCO y ONUSIDA, detectó que el 30,3% de los estudiantes de 13 a 17 años presentó sobrepeso y el 7,4%, obesidad, siendo ambos indicadores mayores en varones que en mujeres. También hubo un marcado ascenso del sobrepeso y la obesidad entre las diferentes ediciones de la encuesta (2007, 2012 y 2018).

Al respecto, los autores de la encuesta alertaron sobre el “bajo consumo de frutas y verduras en los adolescentes en general”, así como también que “un tercio de los adolescentes toma bebidas con azúcar diariamente” y que hubo un “aumento del consumo de alimentos ultraprocesados”, sumado a que el 81% de los encuestados no realizaba el mínimo de actividad física sugerido para la edad.

Brechas sociales, sobrepeso y obesidad

Sobre la base de los datos de la EMSE, la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) de Argentina, con el apoyo de UNICEF, realizó una investigación sobre la incidencia de las brechas sociales en el sobrepeso y la obesidad en adolescentes. Como resultado, se observó que a menor nivel educativo de los padres, mayor fue la prevalencia de sobrepeso y obesidad.

Del informe de FIC se desprendió, a su vez, que “los adolescentes varones tienen un 97% más de probabilidad de tener sobrepeso respecto de las adolescentes mujeres”.

Patrones alimentarios en la población argentina

Las recomendaciones de organismos internacionales, nacionales y profesionales de la salud indican que una alimentación saludable es un factor clave. Al respecto, la responsable de Crecer Sanos en La Rioja informó: "Hay factores de riesgo que predisponen al desarrollo de la obesidad infantil y al sobrepeso que han generado una creciente prevalencia en La Rioja y en todo el mundo. Esto tiene que ver con el entorno social donde viven niños, niñas y adolescentes, con el tipo de alimentación, el sedentarismo”, entre otros.

En este sentido, el último informe de la ENNS, que analiza, entre otras cosas, el consumo de alimentos en Argentina, encontró que hay “un consumo deficiente de alimentos recomendados", pues "solo un tercio de la población consume al menos una vez por día frutas y verduras, solo 4 de cada 10 individuos consumen lácteos recomendados diariamente y la mitad de la población consume carnes al menos una vez por día”.

Por el contrario, el 37% de la población argentina toma bebidas azucaradas diariamente, el 17% consume diariamente productos de pastelería y galletitas dulces y el 36% consume snacks al menos dos veces por semana. A su vez, los menores consumen un 40% más de bebidas azucaradas, el doble de productos de pastelería, galletitas dulces y snacks, y el triple de golosinas respecto de los adultos, confirmando que el patrón alimentario se encuentra lejos de las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA).

Con respecto a la percepción de la propia dieta, tres de cada 10 personas considera que su dieta es poco saludable (28,2%), resultando mayor el número en La Rioja (40,0%), Catamarca (37,4%), Santa Cruz (36,8%), Jujuy (34,5%) y Buenos Aires (31,2%).

Frente a este contexto, en relación a la alimentación en los entornos escolares, los datos arrojados por la encuesta de 2019 mostraron que la provisión de frutas es del 21% y del 57% en el caso de la provisión diaria de agua. En contraposición, el 70% mencionó que se provee de alimentos no recomendados como facturas, productos de pastelería, galletitas dulces y cereales con azúcar.

Recomendaciones

El Ministerio de Salud elaboró una gráfica de alimentación en la que se menciona que la ingesta de frutas y verduras frescas debería ocupar la mayor parte de nuestra alimentación diaria. También recomienda incorporar legumbres, cereales y sus derivados integrales, y priorizar comidas caseras o elaboradas en casa con alimentos frescos o naturales, y evitar el consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas como gaseosas, aguas saborizadas y jugos industrializados.

Políticas públicas

Desde la Federación Interamericana del Corazón Argentina (FIC), se destaca la sanción de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable Nº 27.642 (conocida como Ley de Etiquetado Frontal), que fue sancionada por el Congreso de la Nación en 2021.

Según el documento denominado "Recomendaciones de políticas de fomento a la reformulación de alimentos", el objetivo principal de los sistemas de etiquetado frontal es brindar información y orientación nutricional conveniente y fácil de entender en los envases de los alimentos, para ayudar a consumidores y consumidoras a comprar alimentos con conocimiento de causa y a tomar decisiones alimentarias más saludables.

La Rioja adhirió a esta ley a través de la ley provincial 10.572, la cual pone bajo responsabilidad del Ejecutivo garantizar el cumplimiento por parte de las empresas alimentarias provinciales de las disposiciones establecidas en la ley nacional, en beneficio de los consumidores de la provincia.

Según los datos analizados por las fundaciones SANAR y Fundeps, a través de su Mapa de etiquetado, La Rioja muestra un avance del 65% en la adopción de políticas y normativas relacionadas con la ley nacional.​

Otras políticas de prevención

“La principal forma de combatir la obesidad y el sobrepeso es la prevención, hablar con los niños, explicando lo que es la alimentación saludable”, indicó la responsable de Crecer Sanos, Julia Gordillo.

Y agregó que desde el programa se trabaja con “huertas, con programas sobre alimentación sana, se les entregan plantines a las familias, para que el niño opte por sí mismo por alimentos que no sean ultraprocesados, y que tengan alto nivel proteico sin necesidad de mayor cantidad de calorías (...) Nuestros promotores de salud también trabajan con los docentes las temáticas de alimentación saludable en las aulas donde se detecta mayor cantidad de niños con sobrepeso y obesidad”, por lo que recomendó a la comunidad acceder a los controles periódicos y asegurar la presencia de los niños los días de control del programa en cada escuela.