25 de septiembre de 2025
¿La boleta única aumenta el voto cruzado y disminuye los votos positivos?

El domingo 26 de octubre se votará por primera vez en todo el país con Boleta Única Papel (BUP), el nuevo sistema electoral. En esta oportunidad se elegirán cargos legislativos. Pero no es la primera vez que unas elecciones se votan con este mecanismo en Argentina. Córdoba, Mendoza y Santa Fe ya tienen antecedentes que pueden servir para anticiparnos.
Para conocer mejor las experiencias de estas tres provincias usando Boleta Única Papel, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) realizó una investigación llamada “La boleta única y el comportamiento electoral: la experiencia de las provincias argentinas”. La misma fue realizada por los investigadores y licenciados en Ciencia Política María Page y Pedro Antenucci.
El CIPPEC se autodefine como una organización independiente, apartidaria y sin fines de lucro, que tiene por objetivo generar conocimiento y proponer recomendaciones para construir mejores políticas públicas, buscando un Estado más eficiente y justo, para promover un país desarrollado, equitativo e inclusivo.
La investigación busca entender los efectos que pueden esperarse del cambio de sistema electoral, pasar de la boleta partidaria a la BUP y el comportamiento electoral. Sus objetivos puntuales fueron conocer si afecta la probabilidad de emitir voto en blanco o nulo y la probabilidad de votar por distintos partidos en las categorías ejecutivas y legislativas.
Antecedentes
Si bien las elecciones legislativas 2025 serán las primeras en usar la BUP a nivel nacional, otras provincias y municipios ya utilizaron este sistema electoral previamente. Córdoba y Santa Fe usan la BUP desde 2011 y Mendoza tuvo su primera experiencia en 2023. Cada provincia realizó el diseño de su BUP; la más similar al que se utilizará a nivel nacional es el diseño mendocino. El estudio de Page y Antenucci advierte que hay una diferencia central, el Senado eliminó la posibilidad de que con una sola marca se pueda votar a todos los candidatos de un mismo partido.
Esto es clave, porque si bien en La Rioja solo votará diputados nacionales, ocho provincias también votarán senadores, por lo que la BUP tendrá dos categorías de candidatos. Pero al ser eliminado el casillero para votar por un solo partido, las y los electores deberán realizar dos marcas, una por cada categoría.
Santa Fe fue la primera provincia de Argentina en votar con boleta única en 2011. Utiliza una boleta por cada estamento. Entonces, si en la elección se deben elegir gobernador/a, diputado/a y concejales, la persona recibe tres boletas, una por cada categoría a votar. Cada una de las boletas contiene a todos los candidatos postulados para ese estamento. Se estableció que el orden de aparición en la boleta fuera por sorteo. Además, la boleta usada en la elección de 2011 tenía un casillero para el voto en blanco.
Para los cómputos de los votos, no fueron tenidas en cuenta como voto en blanco las boletas sin marcar, sino que fueron considerados votos nulos. Pero en la elección siguiente, en el año 2015, el casillero se retiró de las boletas para evitar errores y que el voto en blanco sea considerado solamente para las boletas que no presentaban marcas.
La segunda provincia en implementar el sistema de BUP fue Córdoba, también en el 2011, con un diseño de una única boleta que incluye todas las categorías de cargos a votar. La misma presenta en sus columnas los estamentos en juego y en las filas las fórmulas o listas de candidatos, cada una con un casillero para marcar por esa opción. Al inicio de cada fila incluía un casillero para votar por la fila completa.
Entonces, la o el votante puede marcar por categoría, la lista de su elección o puede marcar el casillero de lista completa, si quiere votar la lista de un solo partido o alianza para todos los estamentos.
En el caso de Mendoza, votaron por primera vez con este nuevo sistema electoral en 2023. El diseño de la boleta es similar al de Córdoba, una única papeleta contiene todas las categorías, en una tabla de doble entrada, las columnas para los partidos políticos o alianzas y en las filas los candidatos a votar. Igual que en el caso de Córdoba, había un casillero para marcar el voto por todos los candidatos de un partido, ubicado en cada columna.
La investigación analizó los comportamientos electorales de los comicios de los años 2011, 2015, 2019 y 2023 de Santa Fe y Córdoba, y de 2023 de Mendoza, en los cuales se usó la boleta única papel; con la intención de conocer si la implementación de este nuevo sistema electoral, en reemplazo de la boleta partidaria, influyó sobre la emisión de votos en blanco y nulos y si influyó en la posibilidad de votar candidatos de distintos partidos en las elecciones ejecutivas y legislativas.
Voto en blanco y voto nulo
Antes de analizar los resultados de las elecciones, hay que dejar el criterio establecido. Se considera voto en blanco cuando el elector no marca ninguna de las opciones para alguna categoría, mientras que se considera voto nulo cuando el votante marca más de una opción para el mismo estamento o realiza una inscripción ajena al proceso electoral o en caso de colocar una boleta no oficial en la urna.
Page y Antenucci destacaron, en el caso de las elecciones en Córdoba, en la primera implementación de la BUP, el voto en blanco se redujo del 6% al 2.5% en el estamento ejecutivo (gobernador/a), pero en la categoría legislativa departamentales, aumentó del 10% al 19%, mientras que en las legislativas de distrito único pasó del 7% al 21%. “Esta diferencia entre categorías podría haber ocurrido por: a) un error recurrente de electores que, con la intención de marcar el casillero de lista completa, marcaron el casillero de la categoría gobernador/a o, b) por desinterés, desconocimiento del resto de las categorías o cansancio. En consonancia, en las elecciones subsiguientes el voto en blanco para la categoría gobernador/a permaneció más bajo que antes de la reforma y para las categorías legislativas permaneció más alto que con las boletas partidarias. Esta evolución sugiere que el mayor porcentaje de voto en blanco para los cargos legislativos refleja el desinterés de los/as electores/as respecto de esas categorías”, indicaron.
Mientras que en el caso del voto nulo, tuvo un incremento en la primera implementación de la BUP, el cual se mantuvo constante en las elecciones siguientes. En el escrito, los autores señalan que puede deberse a: “una porción pequeña de electores que marcan el casillero de lista completa y, además, hicieron una marca para las listas legislativas de una agrupación diferente”.
En conclusión, Page y Antenucci consideran que, luego del cambio del sistema electoral, el porcentaje de votos nulos aumentaron significativamente y se mantuvieron en los siguientes comicios. Mientras que el voto en blanco también reflejó una fuerte creciente y fue escalando cada vez más en los cargos legislativos.
Votos a distintos partidos
El estudio también analizó qué pasó con el voto por candidatos de distintas alianzas o partidos políticos, en cada estamento. En el caso de Santa Fe, que utiliza una boleta única para cada categoría, antes de la implementación de la BUP, el corte de boleta solo representaba el 6% de los votos. En la primera votación con BUP, el voto a un mismo partido se redujo en un 30% y desde entonces no volvió a superar el 60%.
Cabe aclarar que en la primera implementación, los electores votaron positivamente en un solo estamento, mientras que en la categoría legislativa votaron en blanco o con voto nulo. Pero en las siguientes elecciones, la mayoría pasó a votar a otros partidos. “Desde 2015, alrededor de uno de cada dos votantes opta por agrupaciones distintas para las categorías ejecutivas y legislativas”, precisa la investigación.
En Córdoba y Mendoza, donde se usa una única boleta con todos los estamentos, también se registró una reducción del voto al mismo partido. Pero no se eligieron otros partidos, sino que se hicieron efectivos los votos para los cargos ejecutivos, pero en blanco o nulos para las categorías legislativas.
Conclusiones
Es notorio que la aplicación de la BUP trajo distintos efectos en los comicios y modificó algunas conductas del electorado, como la disminución de los votos positivos y una mayor cantidad de votos cruzados, es decir, que más personas votaron por los candidatos de un partido para un estamento y por otra lista para otro estamento.
Pero esto no se reflejó de igual manera en las tres provincias que analiza el estudio. Por ejemplo, en Santa Fe, el principal cambio fue el aumento del voto cruzado entre dos partidos, mientras que en Córdoba y Mendoza, se destacó el incremento de los votos nulos o en blanco, principalmente en la categoría legislativa.
Los investigadores señalan que el caso de Santa Fe puede tener su origen en la decisión de presentar boletas separadas por estamentos, lo cual facilitaría la elección por distintos partidos o alianzas y reduciría la cantidad de votos en blanco o nulos.
La boleta que se usará en las elecciones legislativas de octubre de este año será una única boleta con todos los candidatos; en ocho provincias sí habrá dos categorías, diputados y senadores, pero en La Rioja solo se votará por diputados nacionales con la BUP.
“En función de las experiencias analizadas, es de esperar que la organización de la oferta por partido haga que disminuyan los votos afirmativos en las categorías legislativas por cansancio, desinterés o desinformación. Al mismo tiempo, la ausencia de un casillero de “voto lista completa” puede favorecer un corte de boleta mayor al observado en Córdoba y Mendoza y acentuar la fragmentación legislativa”, concluyeron.
Cabe aclarar que los cargos para legisladores provinciales se votarán con la boleta partidaria, es decir, el sistema tradicional.
Seguinos
+5491157548781