En Meta o verso aplicamos distintos protocolos para verificar afirmaciones, hechos y fotografías, para homogeneizar el trabajo y tratar de que sea lo menos subjetivo posible. También contamos con un protocolo para rectificar verificaciones.
Nuestros protocolos se rigen por principios de independencia, imparcialidad y rigurosidad periodística. Nuestro equipo trabaja con total autonomía y sin influencias externas que comprometan la veracidad de sus verificaciones.
1. CRITERIOS DE SELECCIÓN
Para determinar qué afirmaciones verificar, se priorizan aquellas que cumplen con uno o más de los siguientes criterios:
Relevancia pública: Impacto en la ciudadanía, política, economía, salud, educación y otros temas clave.
Alcance mediático: Difusión masiva en redes sociales, medios de comunicación o declaraciones de figuras públicas.
Posibilidad de verificación: Hechos verificables con datos, documentos o fuentes fidedignas.
Riesgo de desinformación: Potencial para generar confusión, alarma social o manipulación.
2. IDENTIFICACIÓN DE LA AFIRMACIÓN
Cada verificación comienza con la delimitación precisa de la afirmación a analizar:
Fuente original: Quién la dijo, cuándo, dónde y en qué contexto.
Redacción textual: Transcripción exacta de la afirmación para evitar distorsiones.
Interpretación correcta: Evaluación de su significado y posibles matices.
3. RECOLECCIÓN DE EVIDENCIA
Se recopilan fuentes primarias y secundarias para contrastar la afirmación:
Documentación oficial: Informes gubernamentales, estadísticas, leyes, registros públicos.
Fuentes académicas y científicas: Estudios revisados por pares, investigaciones y análisis especializados.
Expertos en la materia: Consultas a especialistas para aclarar aspectos técnicos.
Medios de comunicación confiables: Artículos con respaldo editorial y metodología periodística transparente.
4. ANÁLISIS Y CONTRASTACIÓN
La información se analiza bajo los siguientes parámetros:
Veracidad de los datos: Coincidencia con fuentes confiables y verificables.
Contexto y precisión: Verificación de posibles omisiones o tergiversaciones.
Coherencia histórica y lógica: Consistencia con hechos previos y patrones verificables.
Sesgos y manipulación: Evaluación de intenciones políticas, económicas o ideológicas en la afirmación.
5. CLASIFICACIÓN DE LA AFIRMACIÓN
Cada afirmación se categoriza en base a la evidencia recolectada:
- Verdadero: Completamente cierto y respaldado por evidencia.
- Cierto, pero: Es verdad, pero falta contexto o información relevante.
- Falso: No hay evidencia de respaldo o está basado en información incorrecta.
- Incomprobable: No hay datos suficientes para confirmar o desmentir con certeza.
- Engañoso: Hay elementos verdaderos, pero están manipulados, exagerados o distorsionados.
- Fake news: Completamente falso, inventado deliberadamente o basado en teorías conspirativas, rumores o creencias populares.
6. PASOS PARA UN BUEN CHEQUEO
Para garantizar un proceso riguroso, seguimos estos pasos:
Seleccionar la afirmación: Elegir declaraciones verificables de impacto público.
Analizar su relevancia: Evaluar su importancia y posible efecto en la sociedad.
Consultar a la fuente original: Intentar obtener aclaraciones o datos adicionales.
Buscar documentación oficial: Contrastar con estadísticas, leyes y registros confiables.
Consultar a expertos: Recabar opiniones de especialistas en el tema.
Verificar el contexto: Determinar si la afirmación es precisa o está manipulada.
Contrastar con fuentes diversas: Evitar sesgos revisando información de distintos orígenes.
Clasificar y publicar: Emitir un veredicto basado en evidencia y difundirlo con transparencia.
7. REDACCIÓN Y PUBLICACIÓN
El informe final debe cumplir con los siguientes principios:
Claridad y precisión: Lenguaje accesible, sin ambigüedades.
Transparencia: Mención de todas las fuentes utilizadas.
Formato estructurado: Introducción, análisis de la evidencia y conclusión.
Enlaces a fuentes primarias: Para que el lector pueda verificar la información de forma independiente.
8. ACTUALIZACIÓN Y RECTIFICACIÓN
La verificación de hechos es un proceso dinámico. Por ello:
Se monitorean nuevas evidencias que puedan modificar la calificación.
Se permite la réplica de los involucrados con datos verificables.
Se publican correcciones en caso de errores detectados tras la publicación.
Objetivo: Desarrollar un proceso estructurado para determinar si un hecho reportado es real, exagerado, tergiversado o completamente falso.
1. Análisis Inicial del Hecho
Observación General: Examinar la noticia en busca de afirmaciones extraordinarias, falta de fuentes o lenguaje alarmista.
Fuente Original: Identificar quién difundió la información por primera vez y su nivel de credibilidad.
Fecha y Lugar: Verificar si la fecha y ubicación de los hechos coinciden con la información disponible en otras fuentes.
Coincidencias con Eventos Pasados: Revisar si la noticia se ha publicado antes con variaciones en los detalles.
2. Verificación de Datos y Evidencias
Cruce de Información: Comparar el hecho con datos de fuentes oficiales, medios confiables y reportes de organismos especializados.
Testimonios y Expertos: Consultar a especialistas o testigos directos que puedan confirmar o desmentir la información.
Búsqueda en Archivos y Registros Públicos: Utilizar bases de datos abiertas para verificar antecedentes relacionados.
Revisión de Tendencias en Redes Sociales: Analizar la propagación del hecho en redes, identificando patrones sospechosos de desinformación.
3. Contexto y Corroboración con Fuentes
Comparación con Noticias Similares: Buscar reportes previos en medios confiables para detectar inconsistencias.
Cotejo con Imágenes o Videos: En caso de haber material audiovisual, aplicarle un análisis de veracidad (según protocolo de imágenes).
Identificación de Sesgos: Evaluar si la fuente o el emisor tienen intereses políticos, económicos o ideológicos que puedan afectar la objetividad.
Geolocalización y Registro Cronológico: Usar herramientas como Google Earth o Wayback Machine para verificar el contexto espacio-temporal del hecho.
4. Informe Final y Clasificación
Tras el análisis, clasificar la información en una de las siguientes categorías:
Ejemplo de Aplicación del Protocolo
Caso: Se difunde en redes sociales que el gobierno de La Rioja cerrará hospitales públicos debido a recortes presupuestarios.
Análisis inicial: La noticia proviene de una cuenta anónima en Twitter sin enlaces a fuentes oficiales.
Cruce de información: No hay comunicados oficiales ni cobertura de medios confiables sobre cierres de hospitales.
Testimonios y registros públicos: Se consulta a fuentes médicas y documentos oficiales que desmienten la afirmación.
Conclusión: La información es falsa, ya que no hay evidencia concreta que la respalde.
1. Análisis Inicial de la Imagen
Observación General: Examinar la imagen en busca de inconsistencias visuales, como proporciones extrañas, sombras incorrectas, o elementos que parezcan fuera de lugar.
Metadatos EXIF: Extraer los metadatos de la imagen con herramientas como Exiftool o FotoForensics para revisar detalles como:
Fecha y hora de captura
Dispositivo usado
Coordenadas GPS (si está disponible)
Software de edición utilizado
Búsqueda Inversa de Imágenes: Usar motores como Google Lens, TinEye o Yandex para rastrear la imagen en internet y verificar si ha sido publicada anteriormente en otro contexto.
Análisis de Colores y Sombras: Revisar si las sombras y reflejos concuerdan con las fuentes de luz naturales de la imagen. Herramientas como Photoshop pueden ayudar a detectar inconsistencias.
2. Verificación de Manipulaciones Digitales
Errores en los Bordes y Texturas: Ampliar la imagen para identificar bordes extraños, diferencias en la resolución o texturas artificiales.
Errores en las Manos y los Ojos: La IA suele fallar al representar manos y ojos con detalles incorrectos, como dedos extra o mirada poco natural.
Detección de Ruido Digital: Usar herramientas como FotoForensics para detectar alteraciones en la estructura del ruido de la imagen.
Verificación con IA de Análisis de Manipulación: Utilizar herramientas como Deepware Scanner o AI-Or-Not para identificar si la imagen fue generada con inteligencia artificial.
3. Contexto y Corroboración con Fuentes
Verificación de la Fuente Original: Identificar quién publicó la imagen por primera vez y su credibilidad.
Comparación con Otras Fuentes: Buscar imágenes similares en medios confiables o bancos de fotos para ver si la imagen fue modificada o sacada de contexto.
Confirmación con Testigos o Autores: En caso de noticias de impacto, contactar a la fuente original o a testigos del evento retratado.
Cotejo con Mapas y Geolocalización: Usar Google Earth o Street View para verificar si el lugar en la imagen existe y coincide con la escena mostrada.
4. Informe Final y Clasificación
Tras el análisis, clasificar la imagen en una de las siguientes categorías:
Real: La imagen no presenta manipulaciones ni descontextualización.
Editada: La imagen fue modificada digitalmente, aunque pueda representar hechos reales.
Fuera de Contexto: La imagen es real, pero se usa con una narrativa falsa.
Generada por IA: La imagen fue creada con herramientas de inteligencia artificial y no representa un evento real.
Fake: La imagen es completamente falsa, fabricada o profundamente alterada para engañar.
Ejemplo de Aplicación del Protocolo
Caso: Se viraliza una foto de una gran movilización en La Rioja con la afirmación de que es una protesta masiva contra el gobierno.
Análisis inicial: La imagen tiene buena resolución, pero algunos carteles parecen borrosos.
Búsqueda inversa: Se descubre que la foto es de una protesta en Buenos Aires en 2019.
Metadatos: La información EXIF revela que fue tomada con un dispositivo diferente al indicado.
Conclusión: La imagen es real, pero fuera de contexto, ya que pertenece a otra fecha y lugar.
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